28.7.04

Medito...

Si en tus labios aun no probados (ni aprobados) encuentro la sal mañanera que me puede desprender del mundo y mudarme al vacío, a la nada, ¿Vendrías tú a copartir conmigo el sabor y la amargura de las oposiciones horizontales entre dos cuerpos?

Si en tus palabras ya dichas y aprobadas (aunque no probadas) rescato una pequeña chispa de un porvenir certero y ambicioso, poque lo somos, ¿Me acompañarás a vivir, tal vez, momentos infantilmente maduros y podrás jugar a las escondidas para luego encontrar nuestros cuerpos semidesnudos y contar las veces que nos amamos, siendo la base la misma libertad?

Sólo reflexiono... sin llegar a concretar, todo depende; depende de tu piel y de la mía y la comunicación que pueda existir entre ellas, hay que pasar la prueba de compatibilidad de fluidos, depende de la información y su manejo, de tu mirada y de la mía y de alguna canción que pueda ser partícipe o de algún poema que logre unir la sabiduría y el amor, la mente y el corazón, los cuerpos y los sentimientos. Al fin y al cabo el alma no importa, ni la vida, ni la muerte, ni el nombre de algún dios.