23.10.13

Melancolía



(Del lat. melancholĭa, y este del gr. μελαγχολία, bilis negra).
1. f. Tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada.

 
Como que parece que voy pa' fuera. Pero nomás no salgo del hoyo. Si no es un problema emocional. Es de salud. O económico. O todo junto. Lo cierto es que ya pasaron ocho meses y no he podido estabilizarme. Ya estaba. Me había resignado a mi trabajo. Gasté una fortuna en tratamiento médico. Podía ya no sólo sobrevivir mes con mes, sino darme alguno que otro lujo. Emocionalmente estaba en vías de estabilizarme.

De pronto. Bum. De nuevo. La bomba estalla.

No soy víctima del destino. Esto es más que mera casualidad. Hay un trasfondo. Una melancolía resentida. El miedo sobredimensionado a no poder lograrlo. El fingimiento de una falsa fortaleza. La insatisfacción de no recibir lo que creo que doy. Pensar que otras personas tienen el éxito que yo deseo. Aunque sea una ilusión. Nadie tiene lo que quiere. Nadie nunca lo ha tenido.

Me aferro a no fumar. A creer que si lo logro podré hacer las cosas de las que me siento incapaz. Como levantarme de nuevo a hacer ejercicio. Como encontrar otro trabajo. Como escribir. Como hacer un proyecto del que me enamore. Amar lo que hago. Hace tiempo que no amo lo que hago. Que no siento la mínima pasión por nada. Ni por leer. Ni escribir. Ni ver películas. O series. Ni coger. Ni trabajar. Ni nada.

Soy un objeto inanimado.

Recuerdo cuando me entusiasmaban los nuevos retos. Ahora los veo venir y tuerzo los ojos. ¿Otro? ¿Neta? ¿Otro depa? ¿Menos dinero? ¿Más trabajo?

Yo no soy yo.
Esta no soy yo.

Estoy en alguna parte. Escondida detrás. De la apatía. El coraje. El pesimismo. La soledad. La falsa sonrisa. El derrotismo. La desesperación. El miedo. La melancolía. Ese bello y horroroso sentimiento.