26.9.10

Breve Guía de Cuernavaca


No era nuestra intención quedarnos tanto tiempo, pero la ciudad lo ameritaba.
Después de preguntar el costo por noche por varios hoteles del centro de la ciudad, nos decidimos por el Hotel Juárez, ubicado en la Av. Nezahualcoyotl, casi frente al museo Robert Brady: un lugar muy céntrico (a espaldas de catedral), con una pequeña alberca que cumple con su función y la mayoría de las habitaciones son espaciosas y limpias; tiene televisión (aunque no cuenta con cable) y agua caliente. Un lugar perfecto si lo que quieres es pasártela recorriendo el estado de Morelos, más que irte a encerrar en un hotel.

(Hotel Juárez)


Reccorrido
Catedral. La construcción es impresionante y data de la época de la conquista, una de las iglesias más antiguas (1526). A lo largo de su historia, se le fueron agregando capillas alrededor, cada una con su propio estilo arquitéctonico, lo que le da un toque de originalidad. Las paredes son hermosas, ya que se han ido deteriorando con la humedad que impregna todo en Morelos.
(Catedral de Cuernavaca)





Museo de la ciudad (Av. Morelos # 278, a un costado de la catedral). Tiene exposiciones temporales, la entrada no tiene costo y se recorre en 15 minutos.

(Lago Jardín Borda)



Jardín Borda. (Av. Morelos #271). Fue la casa de descanso de Maximiliano y Carlota. Cuenta con salas de exposiciones, lagos (en uno de los cuales se puede remar), un exquisito jardín botánico (para los que gustamos de la herbolárea), fuentes, espacios para talleres y un auditorio. Un lugar ideal para descansar y caminar un poco sin dejar de contemplar la naturaleza que tanto caracteriza a Cuernavaca. La entrada tiene un costo y los domingos es entrada libre.



(Tepoztlán)

(Pirámide del Tepozteco)

(Vista de Tepoztlán desde la Pirámide)

(Arco hecho de semillas)

(Recorrido del tepozteco)


Tepoztlán. La mejor manera de ir a Tepoztlán (si no se trae carro) es en transporte público urbano, el cual sale en Av. Morelos y cobra 16 pesos por persona. En, aproximadamente, una hora estarás en un clima totalmente distinto: mucho más fresco, pues está rodeada de verdes montañas. El camión te deja a unas tres cuadras del centro del pueblo y llegas fácilmente caminando. Hay una plazuela, el mercado, la catedral, el arco (hecho con semillas) y al fondo verás el cerro del Tepozteco. Uno no puede ir y dejar de subirlo, son 2 km y 250 metros de recorrido que bien valen la pena: hermosos paisajes, humedad latente, aire nuevo, insectos exóticos y mucho sudor. Recomendable llevar agua, tenis y un paraguas (por aquello que uno nunca sabe cuándo lloverá). En la cima encontrarás una pirámide y una vista panorámica de la ciudad. El costo por entrar es de 35 pesos y si deseas tomar video  son 45 pesos más. Al bajar, por las calles empedradas hay varios puestos de venta de souvenirs. Recomendable comprar miel y comer ya sea pollo a las brasas o unas quesadillas acompañado por una cerveza bien fría. Puedes regresar en camión o un taxi te cobrará aproximadamente 150 pesos.


Plaza del Zacate. Después de la caminata, es bien merecido un poco de divertimiento espiritual: los bares de la plaza del Zacate en Cuernavaca son la opción. Hay de todo tipo, con música ranchera, rock, cumbia, kareoke, de comida y es muy barato, casi todos tienen 2 x 1 en bebidas y en pormedio salen a 35 pesos ya por las dos. Hay vendores ambulantes a quienes se les puede comprar botanas.



(Palacio de Cortés)


Centro de noche. La iluminación que tienen el ayuntamiento y el Palacio de Cortés (construcción más antigua de latinoamerica, en la cual vivió Hernán Cortés y está construido sobre vestigios arqueolgicos) son más que vistozos. Uno puede sentarse a comer un elote mientras se admiran los juegos de luces.



(Teopanzolco)


Recorrido a Teopanzolco. Frente al Palacio de Cortés salen los turibuses con cinco tipos de recorridos distintos. Dura de 1 a 2 horas por un costo de 45 pesos. Decidimos tomar el tour que nos llevaba a las ruinas de Teopanzolco —palabra nahuatl que significa "templo viejo"—. La persona encargada del recorrido es bastante amena y explica los lugares históricos de Cuernavaca. Las pirámides son las mejor conservadas de México ya que estuvieron cubiertas durante mucho tiempo, pero la explicación la dejo para el recorrido.


Xochicalco. Los autobuses Pullman tienen salidas sólo en horario de 9:30 a.m. por 38 pesos, pero como llegamos tarde nos fuimos en taxi y nos cobró 200 pesos. Xochicalco está en medio de la nada, por lo que es aconsejable llevar desde cuernavaca agua, bloqueador, sombrero o gorra y, de ser posible, repelente de insectos, pues hay bastantes mosquitos. La entrada tiene un costo de 51 pesos (estudiantes y maestros están excentos), y con el mismo boleto entras al museo del lugar, donde te explican la cultura Xochicalca. (Después subo las fotos)


Museo Robert Brady. En éste se expone la colección personal de este personaje norteamericano. La casa es preciosa y en cada cuarto se exhiben tanto muesbles y decoración como pinturas de diego Rivera y Frida Khalo, así como objetos de artesanía de todo el mundo. La terraza es ideal para tomarse un café. La recomendación es el capuccino. Tiene un costo de 35 pesos, estudiantes y maestros excentos de pago. (Después subo las fotos)


 Mercado de artesanías. No es nada especial, pero sí se encuentran souvenirs más baratos que en tiendas establecidas. Nosotros compramos chinelos que son representativos del Estado de Morelos. Un tip: en uno de los puestos del principio venten hielitos (bolis, congeladas) a 8 pesos de fruta natural, riquísmos.


No pudimos conocer todo lo que hubiérmos querido, pero para cuatro días nos pareció más que suficiente. Es seguro que volvamos a ir, el clima es cálido aun con lluvia y su gente amable, aunque por la misma ciudad con clima de "eterna primavera" abundan las abejas y te persiguen, pero los oriundos ya están más que acostumbrados a lidiar con ellas.
(Chinelos)

20.9.10

Hay un hueco en mi estómago. Sabía que esto sucedería, pero no lo temía. Ya no sé dónde está mi casa. Soy parte del mundo. Ya no pertenezco a ninguna parte. Y, sin embargo, me siento tan poseída de la frontera y del centro a la vez... Soy una grieta en el sistema. Una especie en peligro de extinción, que no acaba de extinguirse. Estoy cansada de sentir tanto. Mi cuerpo no da para más. Y da para más. No puede. Y sigue.
Mi hogar ha cambiado, pero sigue intacto dentro de mí. Foránea en mi país. Residente del universo. Escudriño mis interiores para conocerme, pero cada vez me desconozco más. Me confieso y poco a poco recomienzo, averiguo, sé más de nadie y menos de todos.
Mostrar. Sentir. Experimentar. El norte se queda bajo mi dermis y se manifiesta por mis ojos. El centro está fuera y sale por mi boca. El sur. El sur. Ése lo guardo para mis adentros. 
Sólo yo (y él) lo saben.