Ya nadie tiene blog. O nadie escribe en él. Ha pasado de moda. Y yo sigo aquí. Escribiendo de vez en vez. Hace diez años abrí este espacio. Y si alguien me hubiera dicho lo que estaría haciendo hoy es probable que no lo hubiera creído.
Hace diez años estudiaba la universidad. Estaba enamorada de mi profesor. No sabía qué esperar de mi vida profesional. Y, la verdad, no importaba. En ese momento sólo me interesaba sobrevivir a mi manera. Recuerdo cuando abrí el blog. Estaba con Corina. Ella había abierto el suyo. Me dijo que yo hiciera lo propio. Ni me venía, ni me iba. Dejé que ella lo hiciera por mí. Onfalia, así era mi primer URL. Había tomado una materia de Literatura Erótica y estaba emocionada con la reina de Lidia. Me dijo que tenía que poner un sumario. Abrí un correo de Gerardo. Copié y pegué. Sigue siendo el mismo sumario. No le he cambiado ni una coma. Lo he intentando varias veces. Pero cuando lo vuelvo a leer creo que describe los textos que aquí publico a la perfección.
Hace diez años estaba en vías de aplicar para irme un semestre a Salamanca, España. Lo logré, pero aún no lo sabía. Después, hace nueve años, me fui a España. Donde me esperaba mi hermana. Toda una aventura. Pero esa es otra historia. Hace diez años trabajaba en un call center. Ejecutiva de atención al cliente de Mexicana de Aviación. Ya había conocido a Aldo. Probablemente estaba haciendo planes para celebrar el catorce de febrero. Fecha que nunca me ha gustado festejar. Pero lo hacía porque eso lo hacía feliz.
Quién me iba a decir que diez años después habría vivido con alguien. Una relación intensa. Y sí, maravillosa. No se puede negar. Que me vendría a vivir al Distrito Federal. Que trabajaría en una revista para hombres. Que me ascenderían después de casi tres años. Y que me separaría de quien pensaba era el amor de mi vida. Que vagaría por departamentos distintos. Que viviría con Andrei. Mi mejor amigo. Mi compañero. Mi némesis. Quien me hizo reír. Después sufrir. Luego dudar. Después amar. Que tendríamos una gata hermosa. Un departamento confortable. Que sería coeditora web de uno de los periódicos más importantes del país. Que colaboraría con revistas nacionales. Que tendría mi propia columna en dos de ellas. Que estaría lejos de mi familia. A la que tanto amo. Que sería tía de dos maravillosos niños.
Es impresionante lo que puede pasar en diez años. Y en este momento no me puedo ni imaginar dónde estaré dentro de otros diez. Qué estaré haciendo. Quiénes estarán a mi alrededor. Qué gente nueva conoceré. Si estaré viva.
Sólo espero ser feliz. Como mínimo. Así de feliz. Como lo soy. En este preciso momento.