2.6.13

Aniversario

Hace un año que comencé con la terapia. Ese viernes falté a una reunión postchamba. A las 8 de la noche estaba en el consultorio. Iba con nervios. No sabía que cambiaría mi vida. Tanto por no asistir a esa dichosa reunión, como por comenzar a ver mi vida de otra manera. Escudriñar rincones de mi psique. Abrirme completamente con una persona. Ser lo que soy. Sin ser juzgada. Sólo analizada. Y ese análisis la mayor parte del tiempo era mío. Caí en cuenta de mis formas de relacionarme. De dónde provenían. La decisión de no repetir patrones. Ha sido duro. Doloroso. Agradable. Sorprendente. No sé cuántas veces me convertí en un mar de lágrimas. O  cuántas fui totalmente apática.
Hoy mi vida es inmensamente distinta a hace un año. Tal vez lo sería igual sin la terapia. Pero me ayudó a comprender mi proceso. A aclarar mis situaciones. Y agradezco a mi psicoanalista. Fue la mejor que pude tener en esta primera etapa. Me hizo sentir que ese espacio era mío. Sin importar nada más. Y así lo fue.
Ayer, a un año, por razones circunstanciales, fue lo que espero que no sea mi última sesión. Hay muchas cosas que seguir trabajando. Mucho estrés acumulado. Muchas cosas qué superar. Trataré de hacerlo por mi propia cuenta. Y cuando esté de nuevo en circunstancias que me permitan regresar lo haré.
Mientras tanto. A seguirle dando. Que la vida no para. Que es una rueda que gira. Y a veces toca estar en la cima. Y otras abajo. En un lugar aplastante de donde sientes que no saldrás. Pero uno siempre sale para seguir el ascenso. La pregunta es, ¿dónde me encuentro ahora? ¿Toqué fondo y ya me toca un poco de altura? ¿O me falta estar más hundida para lograr el ascenso?
Sí. Tengo miedo. Pero la ruleta debe seguir girando.

No hay comentarios.: