29.5.05


¿A qué huele París?
A fruta seca, a tierra quemada, huele al Holor de mis Hilusiones.
Tiene olor a nube a punto de estallar.
Huele a Seine, a ahogada, a peces, a clochards, a negros,
a indúes, a españoles.
París tiene el olor del mundo y me moja en él.
Su tibieza va calmando mis ganas, va saciando una pequeña parte
de mi gran sed por poseer lo que me rodea,
por comprar la Tour Eiffel y adornar con ella mi dormitorio,
calma las ansias de robarle le Sacre-coeur y depositarla en mi caja fuerte.

París es un tormento lleno de sueños y pesadillas.
París es un virus que se mete por el corazón,
sube a la cabeza y se mescla en la sangre.
No hay remedio: estoy enferma.
Me ha dado Parisfobia, tengo el mal del siglo que viene:
quiero deshacerme de París.
Mientras duerme lo tiraré por el balcón a la calle
y veré cómo un coche lo pilla; o mejor aún,
lo pondré en las vías mientras llora como un niño viejo ( lo que realmente es)
y veré si con el llanto salen todos esos malos espíritus:
Baudelaire, Rimbaud, Van gog, Modigliani, Cortázar, Miller,
Klee. Veremos si por una sola Victor Hugo sale de ella y desaparecen
sus palabras de la historia, que desaparezca el Louvre
y los demonios de le port's, que mueran en los adentros Le Defense y Versalles
y que se ahoguen en el mar de las afueras Balzac, Abelardo, Eloísa, La Soborna,
Le Moulin Rouge...Desaparece Paris! que estoy enferma.
Enferma de ti y de tu llovizna fría que calienta mi cuerpo,
de ti y de la altura de Monmartre,
de ti y de la vida bohemia que ya no llevas desde hace más de 50años.
Estoy enferma en tus cafés, en tus foundus, en tu repostería,
en este cuarto de 20 euros que me permite vislumbrar el suelo
y soñar que caigo en el Seine junto a los peces del deseo,
soñar que me robo un pan y soy condenada,
soñar que Dios me habla para salvar al pueblo francés,
soñar que muero de hambre en medio de los clochards..
soñar... soñar...
Muérete París! y que muera contigo mi generación,
generación de jóvenes idiotas inmersos en la ilusión europea
que sólo trae nuevamente la peste, pero esta vez
la peste roja llenará tus calles de sangre y la hundirán en el infierno.

Muere París, muere... yo descansaré contigo...

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