12.9.05




No, no sé dónde estoy.
No pretendas decírmelo
no quieras enterarme
no sé dónde estoy
y no lo lograrás.
Sé dónde estás tú.
Sé que estás en mis pensamientos,
estás tocándome suavemente
estás en mis horas,
en mi espacio
estás en la bañera tallándome la espalda,
estás en mi lágrimas
(una pequeñ parte de mi agonía)
en mis tres últimos días de desvelo
estás en mis fotos
en mi piel
en mis zapatos
en mi hambre
entre mis cobijas
en esta copa de vino
que me bebo pensando en tus labios,
lo sorbo poco a poco,
lo saboreo entre mi lengua,
me lo trago
y ese pequeño ardor placentero
pasa por mi garganta
y se desplaza por mi cuerpo
me hace buscar el tuyo
y sólo encuentro mi mano.
Nada,
sentada en el sillón te espero
te lo dije, te voy a esperar
y lo hago,
no me muevo
espero tu llamada ausente
espero pensando en tu horario
espero pensando en tus manos
espero y en mis recuerdos
veo claramente cada lunar de tu cuerpo,
cada mirada,
cada plática,
cada sueño que tuvimos juntos.
No,
no sé dónde estoy.
Estoy en el limbo?
en mi recamara?
estoy en el sillón?
en una junta de sindicato?
estoy en el aeropuerto...
No, te espero
pero el avión tarda en llegar.
Ya es una hora, ya son dos
y las lágrimas e impotencia
y gritos y somnolencias
y este tipo que sigue hablando
no entiende que no me importan mis prioridades,
ni en dónde estoy,
no quiero explicaciones.
El avión es impuntual.
Te ibas hoy?
Cuánto tiempo tienes fuera?
o ya regresas?
Ya has llegado a tu país?
o estás en el mío?
Vives en mi casa?
con algún pariente?
no logro recordarlo.
Ya no lo sé.
No sé dónde estoy,
juro que no lo sé...
sólo sé que no estás aquí
que estás lejos
que son muchas horas
y que este nudo en la garganta
del que tanto te he hablado
se aprieta cada día más.
No me digas amor,
evita enterarme
de dónde estoy
sería trágico y mortal
saber que no estoy contigo
que estás a años luz de mi

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