Las desiciones importantes que he tomado no las tomo, simplemente las hago. Así, sin pensar. Cuando algo me da miedo me aviento. Odio tener miedo, y mi manera de ahuyentarlo es encarándolo y aventarme. Como cuando salté del parapente. Sentía que se me iba a salir el corazón. Pensaba en las miles de posibilidades que había de que me cayera, que no funcionara, que hubiera turbulencia, que muriera, o peor aún, que quedara paralítica, con daños irreversibles... Me aventé. Así, sin más, corrí hacia el vacío.
Así son mis desiciones. Cuanto más pienso menos lo hago. Tengo que dejar de pensar. Por eso mismo luego no recuerdo qué me orilló a hacerlo. O el momento exacto en que tomé la desición. Cuándo decidí cambiar de secundaria. Cuándo di mi primer beso. Cuándo decidí estudiar literatura. Cuándo perder mi virginidad. Cuándo salirme de la casa materna. Cuándo irme a vivir en pareja. Cuándo cambiar de ciudad. Cuándo. En qué preciso momento.
No lo sé.
Y tengo miedo. De que todo desaparezca. De ser insoportable. De que él tenga razón. Mi mutismo sólo es síntoma de mis temores. Mi indiferencia aparente de la desesperación.
Estoy consciente: no soy la mejor mujer para compartir una vida. Tal vez mis defectos superan mis virtudes. Soy grosera. Odio dormir con canceltines. Me derramo en llanto una vez al mes. Desvío la mirada cuando no quiero escuchar algo. Me creo el centro del universo. Siempre creo tener la razón. No lavo los trastes. Soy decidiosa. Leo menos de lo que quisiera. Siempre creo que merezco algo mejor. Inconforme. Tengo mil maneras de escabullirme. La insolencia suele ser mi mejor amiga. Siempre insatisfecha. Siempre buscando algo más. Muevo las piernas constantemente. Y me trueno los dedos. Y las rodillas. Me levanto tarde. Soy sarcástica. E hiriente. Y nunca, nunca, permitiría que me hicieran lo que yo suelo hacer.
Estoy lejana a ser la mujer que alguien querría para siempre a su lado. Excepto la soledad.
¿Es este el momento de volverme a tirar al precipicio?
1 comentario:
Momentos así todos tenemos en la vida, tu eres joven aun, no decaigas y disfruta de tu soledad; además... no estas sola, estas contigo misma!! asi que nada de precipicio a no ser que sea para volar y emprender nuevas rutas, nuevos caminos y además.... no merecemos ser un poco decidiosas, vagas, sarcasticas...???
Saluditos y desde luego vive tu vida como tu la quieres
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