De noche el miedo se hace evidente. Manejo con cuatro pares de ojos, pero no es lo suficiente para estar alerta. Este país debe de exigir más. Debemos de exigir más.
Espero aportar algo, lo que sea, una sonrisa por lo menos, dejar pasar un auto desesperado y taparle la entrada a algún tramposo que quiere escapar del tráfico. Todos queremos escapar, pero hay que esperar el turno. El mío ha llegado, un poco tarde, pero llegó.¿Volver? ya lo estoy deseando antes de irme. Sé que apreciaré más en la lejanía, tal vez hasta pueda hacer más lejos de aqui, del ruido visual de las metralletas cibernéticas, del descuartizamiento social.
Hoy estoy aquí. Mañana no estaré en un lugar mejor, pero estaré fuera.
Siempre quise vivir en otra parte y hoy que tengo la oportunidad quisiera quedarme, sólo por momentos. La mayoría de las veces quiero estar fuera. Aunque "fuera" sea ambiguo.
Soy autoexpulsada, y no precisamente del paraíso.
Comienzo a empacar mis maletas. Hay mucho camino por andar...

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